
Infinita tristeza pero egoísta también, el resultado de saber que no vamos a tener la posibilidad de ver, abrazar, hablar o compartir con ese otro que se nos va.
Galeano sigue presente, está en sus textos y sonando con la voz aspera y dulce que todos recordamos.
Así que dejando de lado la tristeza egoísta, nos alegramos por este nuevo viaje, le deseamos lo mejor y abrazamos las ganas de mantenerlo en la memoria.
Buen viaje, camarada!